jueves, 20 de marzo de 2008

Carta de María Teresa Zuluaga a su hijo Conrado Narváez Zuluaga

Queremal, Agosto 2 de 1.963
Señor. Don
Conrado Narváez Y FAMILIA
Fontibón (C).


Querido y recordado hijo.
La presente tiene por objeto saludarle cariñosamente en uníon de mis nietecitos y desearles completa salud y bienestar, que es lo que a diario pido a Dios. Aprovecho esta oportunidad para manifestarles mis sinceros agradecimientos per las atenciones esmeradas de que fui objeto durante mi estadía con Uds. No tengo palabras para manifestarles lo agradecida que estoy, ni modo de recompensarles tantas bondades, tanto de Ud., como de mis queridos nietos, pero hay un ser que todo la puede y es el encargado de premiar las almas buenas, coma las de Uds. y a el le pido que recompense a mi hijo y a mis nietos que tan buenos son como también que les ayude en las empresas y trabajos.


Querido hijo, le manifiesto que durante mi estadía con Uds. estuve muy contenta y muy atendida, sólo me aburría, el frío, pues como Ud. comprende, ese clima no es bueno a una anciana coma yo, que ya siente el frío de la muerte. Desearía que vivieran en otro clima, para vivir con Uds. y disfrutar mis últimos años con mi hijo querido y mis adorados nietos.

Da mí le cuanta que estoy bien, estuve unas días en Cali y luego me vine al Queremal con Eligio y Laura, aquí también muy atendida y siguiendo el régimen alimenticio con Laura, la cual se encuentra muy bien y me pide le salude y le agradezca, tanto a Ud., como a sus queridos hijos las atenciones de que fuimos objeto. De Nora le cuento que le nació una niña el día 1° de Agosto, está muy bien y muy contenta, las demás aliviaditas y cada cual en sus ocupaciones.
Espero verles pronto y volver a estar es la compañía de Uds. que tan buena es, y hasta tanto me despido hijo querido deseándoles muchas felicidades, salud y prosperidad.

Teresa Zuluaga. Vda. De Narváez


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