viernes, 22 de febrero de 2008

Cien Años de Edad Cumplió Don Rafael Zuluaga García en 1981

Peluquero de profesión, con destreza tocaba el tiple y la guitarra en la plaza mayor de El Carmen de Viboral, En horas vespertinas acostumbraba a tocar rodeado de jóvenes en donde iba improvisando versos, coplas, piropos y cantos en alegoría a la vida, con serenatas enamoraba a las mujeres. “Juglar del siglo veinte”, todo un don Juan de bastón en El Carmen de Viboral del oriente antioqueño.
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Nota de prensa del 14 de marzo de 1981
En medio del cariño, el respeto y la admiración, en 13 de marzo de 1981 cumplió cien años de edad don Rafael Zuluaga García, hombre de recia contextura, de hidalgas y ejemplares costumbres, cristiano como el que más, cuyos descendientes han heredado de él una formación moral que los honra y los enaltece, destacándolos como verdaderos ciudadanos, dignos representantes de la raza antioqueña.
Don Rafael Zuluaga García nació el 13 de marzo de 1881 en el hogar formado por don Jesús Zuluaga y Doña Eleuteria García, fallecidos hace varios años, de quienes las gentes de el Carmen de Viboral conservan todavía perennes recuerdos que el paso del tiempo no ha alcanzado a distorsionar, porque recibieron de ellos, lo mismo que de sus hijos, claros y vigorosos ejemplos de superación.
De sus primeras nupcias, el señor Rafael Zuluaga García, con doña Tomasa Tobón Betancur tuvo dos hijos; Ana de Jesús que estuvo casada con Jesús Antonio Zuluaga, fallecido y Pedro Luis Zuluaga Tobón; al fallecer doña Tomaza, don Rafael, contrajo matrimonio con una hermana de esta, doña Alejandrina Tobón Betancur, de quien sobreviven cuatro de sus cinco hijos:
• José Ángel Zuluaga Tobón.
• Luis María Zuluaga Tobón.
• Roberto Zuluaga Tobón.
• Alberto Zuluaga Tobón.
• Tulia Zuluaga Tobón.

Habiendo fallecido Alberto Zuluaga. A la muerte de doña Alejandrina. Don Rafael contrajo un tercer matrimonio con doña Dolores Echeverri Ríos, (educadora de profesión) quien sigue a su lado y cuida del venerable anciano, con solícita y permanente dedicación.
En acción de gracias por la salud y la prolongada existencia de este patricio antioqueño, se empezaron a celebrar actos religiosos en el Carmen de Viboral ayer viernes, y hoy sábado en la tarde, además de varios ceremonias religiosas, se ofrecerá en honor de don Rafael Zuluaga García una reunión familiar qué congregará a todos sus hijos, yernos y nueras, nietos, bisnietos y tataranietos y a muchos otros parientes y allegados. Y mañana domingo también en el templo parroquial del Carmen habrá otros actos religioso por las intenciones de este meritorio ciudadano, ejemplo de longevidad y de vitalidad, que se destacan y lo dignifican dentro de una sociedad que lo aprecia y lo considera uno de los más valiosos pioneros del progreso de su pueblo y en general, de todo el oriente del departamento. (Fin de la nota de prensa)

Don Rafael era ingenioso y lanzaba tradicionalmente a las mujeres de El Carmen de Viboral, Piropos para adularlas con el propósito de cortejarlas o enamorarlas. Los piropos de Rafael solían resaltar la belleza de la mujer antioqueña. Los piropos pueden llegar a ser tan ingeniosos, pícaros y originales que son un género literario popular, lenguaje coloquial del campesino colombiano similar por su brevedad a los epigramas, los aforismos, las greguerías y los haikus (Japon).

Citamos dos piropos de Don Rafael Zuluaga:
“Que mujer tan bella, parece una estrella, voy a buscarle marido para que duerma con ella”
“Si Usted quiere casarse, rece con mucho fervor para que Dios no la castigue con un hombre bebedor”.

Sus hijos Luis María Zuluaga y Roberto Zuluaga, siguieron la profesión de don Rafael Zuluaga García, en una clásica peluquería de comienzo del siglo XX, situada en la plaza mayor al frente de la iglesia de El Carmen de Viboral. La peluquería no tuvo nombre pero se le conocía como “La peluquería de los Zuluagas” el único letrero que se recuerde en el interior de la misma decía: “Caballero, si sale pierde su turno” al fallecer Roberto Zuluaga Tobón en 1996 se cerró la peluquería.

Anécdota de la familia: En 1913 Rafael Zuluaga García y Alejandrina Tobón Betancur, fueron padrinos de María Inés Narváez Zuluaga, nacida el 8 de junio de 1913, hija de María Teresa Zuluaga García casada con Simón Narváez Narváez, en El Carmen de Viboral, madre del actual monseñor Gilberto Jiménez Narváez, obispo auxiliar en Medellín y de el sacerdote padre Iván Jiménez Narváez, parroquia Cristo Resucitado Itagüí Antioquia
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Don Rafael Zuluaga García falleció en 1986 a los 106 y cuatro meses de edad fue el familiar más longevo de la familia Zuluaga García.

Hijos del segundo matrimonio:

• José Ángel Zuluaga Tobón, de profesión agricultor casado con Raquel Gómez durante su vida jamás calzó abarcas de cuero, alpargatas o zapato falleció a los 80 años. Marzo 1998 su esposa Raquel murió al día siguiente a la muerte de José Ángel, las exequias se realizaron con un día de por medio. (tuvieron 11 hijos)
• Luis María Zuluaga Tobón, de profesión peluquero murió el 15 de diciembre 2003. Trabajo como peluquero de la Policía Nacional, casado con Albertina Duque (tuvieron 9 hijos)
• Roberto Zuluaga Tobón, de profesión peluquero, casado con Dolores Duque Jiménez, al cumplir los 60 años recibió una distinción otorgada por el Club Rotario en 1980, por la dedicación a la comunidad de El Carmen de Viboral, murió el 31 mayo 1996 a los 77 años. (tuvieron 13 hijos)
• Alberto Zuluaga Tobón casado con Carmen Martínez (tuvieron 6 hijos)
• Tulia Zuluaga Tobón, se caso con Luis Eduardo Gómez, ama de casa se radico con su familia en Bogotá, murió en 1994. (tuvieron 3 hijos)

No sabemos con certeza si Don Rafael haya sido el ciudadano mas longevo en El Carmen de Viboral, lo que si sabemos fue que el sería una de las últimas joyas que aparecieron en la muy longeva vida del siglo pasado del oriente antioqueño. Para la familia Narváez Zuluaga es como un juego ambientado en una historia mitológica de la antigua Antioquia, de nuestros antepasados si le podemos llamar lo que fue el pasado antioqueño y que reside en el gran espíritu paisa.
Quizá el mejor exponente secular de una cultura longeva en la familia, fue Don Rafael Zuluaga García quien acuñó el ocaso de la mitología y la entrada de la realidad a la longevidad. “Su paso con una fecha de caducidad mucho más longeva que la suya misma”. En su versión literaria moderna, son longevos quienes pueden vivir milenios y tienen poderes mágicos? Típicamente son de tamaño humano, como los mitológicos. Innegable que tanto la pertenencia a un grupo como la longevidad se simbolizan en el Árbol de la vida, sagrado para los pueblos de la antigüedad. Para Rafael Zuluaga García, una vida plena para su época, ciento siete años. “Es mitología clásica”. Sin embargo, parece que también Rafael fue un “Juglar del siglo veinte”, pues su vida se extendió en El Carmen de Viboral, en ella trascurría, en horas vespertinas en plena plaza el corillo para los piropos, versos, coplas y cantos en alegoría a la vida donde está narrada la creación del mundo de acuerdo a la mitología de un paisa, hombre de carriel y poncho, de maíz y frijol como un buen antioqueño.

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